Bajo la mirada y encuentro un gnomo de nariz
grande y redonda, ataviado con un gorro amarillento que se tuerce hacia atrás y
un abrigo de color verdoso. Su barba llega hasta casi sus pies y sostiene una
pipa con aire misterioso.
- Tú eres War – afirma, con su extraña voz.
- Así es – respondo, enarcando una ceja.
- Te han pasado muchas cosas en tu viaje –
dice, y luego da una calada a su pipa.
Enarco la ceja que me quedaba baja y le miro.
Sus ojos están hundidos bajo unas espesas cejas. Si pretende dárselas de listo,
va mal, porque lo que ha dicho lo puede averiguar cualquiera si busca sobre mí
en Internet. Seguro que hay gente publicando que me han visto aquí o allá.
Ante mi silencio, el gnomo añade:
- Sólo quiero un autógrafo – dice, y me da la
sensación de que sonríe.
Contengo un suspiro mientras él saca un papel
de un bolsillo, y de su barba, un lápiz. Me lo tiende y me agacho frente a él
para poder firmar apoyando el papel en mis rodillas. Se lo entrego, me vuelvo a
levantar y cuando me voy a dar la vuelta para alejarme, el gnomo da un golpe en
el suelo con un extremo de su pipa y apoya la mano en el otro. El objeto crece
frente a mí, elevando al gnomo hasta que sus ojos están a la misma altura que
los míos.
- Entiende más allá de lo superficial – me dice
en tono misterioso.
Antes de que me dé tiempo a responder algo, la
pipa vuelve a extenderse y el gnomo sube hasta el techo, donde rompe una
ventana para salir, y en el aire una vez fuera, la repara haciendo magia que
sale despedida de su pipa, que se ha encogido en menos de dos segundos.
Frunzo en ceño y niego con la cabeza. Ya
podría haber hecho eso Blasphemy en Ciudad Mercado cuando nos cargamos el techo
de aquella taberna.
Doy por perdida mi búsqueda de libros y me
decido a ir a la mesa donde está trabajando la maga. Escribe con pluma y con la
iluminación de una vela. Si Pangea normalmente parece medieval, en este sitio
lo parece aún más. No hay prácticamente nada electrónico.
Me siento a su lado y ella siquiera levanta la
vista para mirarme. Sigue escribiendo cual escriba de la Edad Media.
- ¿En qué te convertiste? – pregunto sin
rodeos, y ella para de mover la muñeca.
Toma aire y posa la pluma en el libro que sacó
de su bolso. Mira al frente y dice:
- Me sorprende lo jodidamente poco que sabes de
El Juego.
- ¿Qué esperabas? Llevo jugando en el Coliseo
desde que entré – respondo seriamente.
- ¿Y qué? – pregunta ella, mirándome esta vez a
los ojos - ¿Ni si quiera leíste las descripciones de todos los putos tipos de
personaje antes de crear el tuyo?
- Quería ser humana desde el principio, por lo
que no – contesto, frunciendo el ceño.
-Eres de lo que no hay, War – dice, sonriendo,
y después añade – Modo demoníaco – esas palabras no me dicen nada, por lo que
enarco una ceja – Es un estado al que sólo pueden acceder los demonios o
diablos, que es mi tipo de personaje. Proporciona una fuerza muy superior a la
que se tenía anteriormente además de cambios corporales – me explica.
- ¿Y cómo accedes a ese modo? – pregunto con
interés.
- Con ira – contesta – Sabes que las gafas de
realidad virtual analizan constantemente los gestos del que juega, ¿verdad?
- Lo sé ahora – contesto, atreviéndome a
sonreír de medio lado.
- Joder, chica, necesitas leer una revista
sobre este tema o algo – dice, enarcando sendas cejas.
- ¿Qué más hacen las gafas? – pregunto
ignorando su comentario.
- Captan ondas cerebrales, por ello somos
capaces de mover a nuestros personajes. Digamos que reciben nuestras órdenes.
Nosotros imaginamos el movimiento que queremos hacer, las gafas lo reproducen –
explica.
- Pero… entonces si yo ahora mismo imaginara
que salto ochenta metros… - empiezo a decir.
- No los saltarías porque eso se contradice con
las leyes físicas de Pangea con respecto a tu tipo de personaje y con respecto
al propio juego – dice ella antes de que continúe.
- ¿Hay física dentro de El Juego? – pregunto,
asombrada.
- La hay, y química también – contesta, y estoy
abriendo la boca para preguntar más cuando ella añade – Pero yo no tengo ni puta idea de eso. Es bastante complejo.
Nos quedamos en silencio, y mientras yo pienso
en lo increíble que es Pangea y en lo mucho que me puede ofrecer, ella baja la
mirada para leer las líneas que estaba escribiendo. Cotilleo por encima de su
hombro, atreviéndome a acercarme muy sutilmente para ver mejor, y descubro
letras pequeñas y arrejuntadas sin ningún tipo de orden.
Supongo que Blasphemy lo entiende.
- Por cierto – añado – Hace un momento un gnomo
mago me ha dicho palabras misteriosas.
- No pienses demasiado en ello – responde
Blasphemy, volviendo a tomar su pluma – Hay mucho mago idiota que va de
psicólogo. Y ahora vete, que me molestas.
Me levanto inmediatamente y decido que es hora
de desconectarse, por lo que vuelvo a la posada con parsimonia y dejo a mi
personaje descansando allí.
Tras ello, me quito las gafas de realidad
virtual. La cegadora luz del atardecer entrando por los amplios ventanales del
salón consigue que entrecierre los ojos y tenga que taparme con el brazo
izquierdo. Ver mi piel me resulta incluso extraño, porque esperaba metal, pero
recuerdo que estoy en la realidad y que, por fortuna, conservo mis dos brazos
intactos.
Me levanto del sofá con la cabeza gacha y los
ojos clavados en el blanco suelo para evitar deslumbrarme demasiado, y camino
al cuarto de baño, donde me doy una ducha rápida.
Al salir me observo en el espejo. Por
supuesto, mi cabello no es liso y rubio, sino oscuro y rizado. Por ello lo
llevo recogido en muchas y finas trenzas que surgen desde la raíz. Y mi cuerpo no está tan musculado como en
Pangea, ni soy tan alta, ni tengo el pecho tan abultado. Hay cierto parecido
entre War y yo, pero no somos iguales.
Aprieto los labios y me pongo un albornoz.
Salgo descalza del baño sin preocuparme de que el suelo se moje, para acabar
llegando a la habitación que llamo gimnasio. No hay demasiado allí: una cinta
de correr, una comba, y un saco de boxeo; pero tampoco es que necesite más.
Me rasco la nuca en mi trayecto al saco, y tras
tomar aire empiezo a aporrearlo. Hacer ejercicio me despeja la mente, más que
nada porque me obliga a pensar.
En primer lugar, ¿quién se cree ese gnomo para
decirme esas frases misteriosas? “Te han pasado muchas cosas en tu viaje” y
“Entiende más allá de lo superficial”. Con lo fácil que es decir las cosas
claras tiene que ir por la vida con enigmas de esfinge.
Vamos, otro como Moses. La verdad, suelo
acordarme de las cosas que me dijo aquella noche en Ciudad Mercado. Todavía
sigo sin entender adónde quería llegar a parar con todo aquello sobre la
obsesión por El Juego, sobre los suicidios… no llego a otra conclusión aparte
de a la que llegué en aquél momento.
Doy un puñetazo más fuerte que el resto.
Maldito, maldito Moses. En ocasiones me gustaría gritarle que hable claro, que
deje de callarse tanto las opiniones, que deje de buscarle un sentido
filosófico a la vida, que deje de ser tan tranquilo. Me gustaría agarrarle de
los hombros y sacudirle hasta que me pegara una patada en la boca del estómago.
Me gustaría que no fuera tan sumamente calmado en todo momento. Maldito sea.
Giro sobre la punta del pie y le doy un
rodillazo al saco, que sale disparado hacia la izquierda. Luego lo paro con el
antebrazo derecho cuando vuelve, y me abrazo a él para calmar un tanto mi
respiración y mi cabeza.
No le odio, nunca le he odiado. Al contrario,
Moses me parece un buen tipo, pero consigue sacarme de mis casillas. A veces me
sorprendo mirándole mal por el simple hecho de estar observando el paisaje con
cara de niño descubriendo el mundo, y luego me doy cuenta de que eso no es nada
malo y que no debería molestarme. Pero lo hace, y mucho.
Me separo del saco y vuelvo a empezar con una
tanda de puñetazos. Debería dejar de comerme la cabeza con eso, ya lo entenderé
de sopetón algún día. Es algo que suele pasarme.
En segundo lugar, creo que debería aprovechar
lo que queda de tarde para informarme bien sobre El Juego. No pretendo
convertirme en una experta de la noche a la mañana, y tampoco pretendo adquirir
tantos conocimientos como Hunger, pero al menos unas nociones básicas.
Hunger. Ese chaval al que yo imagino flacucho
que, el primer día que me vio, me soltó en toda la cara que le caigo mal.
Sonrío de medio lado y doy un puñetazo más débil que el resto. Menudos huevos
tiene el crío para tener un aspecto tan mediocre y una voz tan de adolescente.
Decirme a mí, a mí, que le caigo mal. Aquello, he de reconocerlo, me gustó. Me
gustan sus agallas.
Y hoy, cuando estábamos a punto de comenzar la
pelea contra los asaltantes… había algo en sus ojos. Algo que comenzó a aparecer
cuando vio a Plague siendo electrocutada. Se llenaron de un brillo especial. Yo
no suelo percibir esas cosas, pero aquello fue muy evidente. Se le veía más
determinado y valiente que de costumbre. Parecía dispuesto a dar la vida por la
pequeña Plague si hacía falta.
Dar la vida por alguien, un concepto que jamás
entenderé. Nada es más valioso que la propia vida, siquiera la de otra persona;
y hay quien está dispuesto a dejar de vivir con tal de que otro pueda seguir
adelante. Me parece un tanto absurdo e incomprensible. En cierto modo también
me parece propio de alguien con baja autoestima.
O quizá sea yo, que jamás he conseguido
comprender bien el amor. Porque claramente ese acto de dejar atrás la vida por
otro es producto del amor.
Quizá se deba a cosas de antes, cosas de
cuando era más pequeña. No crecí en un ambiente fácil. Mis padres estaban ahí,
por supuesto, pero estaban tan metidos en su vida laboral que eran incapaces de
cuidar de su hija. Siempre estaba entre cuidadores que iban cambiando cada
cierto tiempo. Siempre trasladándome de colegio y de hogar. Siempre rompiendo
lazos con aquellos con quien empezaba a enlazarme.
Pero eso ahora no importa, no. Es parte del
pasado. Estoy bien. Soy una mujer inteligente, alta, fuerte, bella, con elevada
autoestima, exitosa, adinerada. He aprendido a disfrutar de mi soledad, he aprendido
a ser fuerte, a no llorar.
Aunque quizás, y sólo quizás, debería
desaprender todo eso.
Tomo aire y aporreo con fuerza el saco de
boxeo, decidiendo que ya basta de pensar cosas profundas por hoy.
Tras un buen rato entrenando, cambiando el
estar mojada por el agua de la ducha por el estar mojada por mi propio sudor;
decido quitarme el albornoz, secarme con una toalla y ponerme algo de ropa
cómoda.
Justo cuando termino de vestirme, siento cierta
incomodidad en la garganta y carraspeo. Oigo el eco que esto produce en mi
hogar, y me doy cuenta de que mi casa es muy grande para mí sola, que hay
muchas habitaciones prácticamente vacías, que tardo semanas en terminar la
comida que tengo en la nevera y en los armaritos de la cocina.
Entonces, una idea llega a mi mente. Podría
invitar al grupo a casa a pasar un fin de semana. Así podríamos vernos todos
las caras, charlar, pasar buenos ratos… Quizá me vendría bien tiempo en
compañía de más gente.
Decido que lo pensaré después de buscar
información sobre Pangea, así que voy al salón, paso la mano por una fina
lámina que hay sobre una mesilla situada al lado del sofá e inmediatamente se
proyecta una imagen en la pared. Me estiro, preparándome para una larga sentada
de aprendizaje en el sofá, y comienzo a dar órdenes al aparato.
..........................
Bueno, pues aquí estamos todos otro miércoles más.
Em... sé que en el capítulo anterior prometí que subiría hoy lo de los 10000 visitas, pero es un proyecto un tanto "ambicioso" y todavía no he podido hacerlo T_T Lo siento mucho, estoy faltando a mi palabra. Para cuando quiera subirlo seguro que ya serán 11000 visitas xD Pero bueno, en serio que lo haré y subiré.
En fin, pues... este capítulo termina aquí. Puede que no haya pasado nada en particular, pero sí ha servido para conocer un poco más a War, ¿verdad? Seguro que ahora entendéis todos mucho mejor su mentalidad.
Por cierto, estoy pensando en añadir una nueva pestaña que se llame "Música", y poner ahí varios vídeos de canciones que uso para inspirarme y que van muy bien con la novela. Vamos, es su banda sonora.
Pondría uno de estos reproductores de música integrados en los blogs, pero pueden llegar a ser muy molestos, así que prefiero hacer lo de la pestaña. En fin, decidme qué os parece esta idea :3
Bueno, pues... no me queda nada más que añadir. Sólo daros las gracias a todos los que leeis y gracias especiales a Pao D'Cid, Sara Menéndez, Cgm, Little Punk y Borya_14 por haber comentado el anterior capítulo ^^
Muchos besos a todos y nos leemos la semana que viene :D
¡AH! La del dibujo, como intuiréis, es War con el albornoz xD
Ale, esta vez sí:
¡Hasta luego!
OOOOH, es la primera vez que vemos a War fuera de El Juego *u* Genial! Me gustó la parte en la que dice, "ya basta de pensar cosas profundas por hoy" xD La verdad es, que me encanta War. Aparte de ser superficial, la verdad es que es buena persona. Una buena persona muy egoísta, pero buena persona XD
ResponderEliminarLo de la música sería genial!
-Pao
Quiero que se conozca un poco de todos los personajes fuera de El Juego, porque vale que la trama principal se desarrolla en este sitio, pero quiero que se conozca a los personajes lo mejor posible. De War aún me quedan un par de cosas más que contar ;)
EliminarY seh, no es muy dada a ser una persona profunda. Ella es más de ir a saco, aunque eso creo que lo sabemos todos XD
ME encanta eso que dices de "una buena persona muy egoísta, pero buena persona" XDDD Me hizo reír, porque tienes razón xD
Lo de la música ya está listo, y me alegra que expresaras tu opinión ^^
¡Muchas gracias por tu comentario y por leer! :DDD
Un beeesazo.
Lo que creo; es raro, te lo aseguro, es que War va a acabar coladita por Moses. Me ha gustado conocer a War/Carla (como yo) y me da pena eso de sus padres. Espero que el miércoles llegue pronto.
ResponderEliminarUn besazo
Bueno, aquí cada uno tiene sus teorías y sus cosas... ¿tendrás razón tú al decir que War acabará coladísima por Moses? Pues... quién sabe ;) Lo averiguarás con el tiempo.
EliminarMe alegro que te haya gustado conocer a Carla, porque de War ya sabemos mucho, pero ¿de Carla? De ella se sabe un poco menos.
El miércoles... en fin, ¡ya está aquí!
Uuuun besote, y muchísimas gracias por leer y comentar ^^
Gran capitulo para ir conociendo a War, dejándonos entrever parte de su pasado para que comprendamos porque actúa como actúa. Me ha gustado mucho como ve War al resto de personajes, explicando que le gusta de Hunger y que le molesta de Moses y como estos pensamientos la llevan a querer abrirse mas a ellos y no estar tan sola.
ResponderEliminarMe preguntaste que como había llegado a ala conclusión de que buscaba la forma de vencer al modo demoníaco, pues se me ocurrió debido a que creo que War es el tipo de persona que necesita saber como vencer todo lo que se encuentra debido a que no confía en nadie lo suficiente y no le gusta sentirse vulnerable.
Y después de todo este discurso me despido xD
Bss Borya
P.D No tengas prisas por lo de las 10000 visitas, suficiente es que quieras hacer algo y por cierto lo de la música me parece muy buena idea
Gran análisis del capítulo el tuyo. Veo que captar muy bien el mensaje de lo que escribo, y me alegra, porque eso quiere decir tanto que tengo un pedazo de lector como que lo que escribo se entiende.
EliminarAh, y gracias por haber respondido a mi pregunta. La verdad es que la conclusión a la que llegaste y la explicación que me has dado concuerdan, realmente entraste en la cabeza de War. Si embargo, lo que creo que te falló (aciertas en lo de que no le gusta sentirse vulnerable y tal) es que War tiene una autoestima tan alta, una autoestima que ella misma se ha forjado, que cree firmemente que puede con todo. Por ello no escribí nada con respecto a querer vencer al modo demoníaco. Ella cree que puede hacerlo sin saber prácticamente nada al respecto.
Y no te preocupes por el discurso. Me gustan los comentarios largos y con chicha ;)
Con respecto a las 100000 visitas, lo más probable es que lo tenga para la próxima semana. Aunque agradezco que me quitaras preocupación por el asunto ^^
También gracias por leer y comentar :D
¡Muchos besos!
Me ha gustado mucho, es el primer capítulo en el que se ve un poco la personalidad de War más allá del juego, y eso está bien :)
ResponderEliminarCon lo de las 10000 visitas no te preocupes, si hagas lo que hagas sabes que nos va a gustar, y le doy la razón a Borya en que ya bastante que quieres hacer algo.
Lo de la musica es buena idea, me parece bien :)
¡Un besazo! Hasta la semana que viene
Me alegra que te haya gustado ^^ Creo que es importante que en una novela como la mía, narrada desde varios puntos de vista, se conozca bien a los personajes para entender mejor lo que hacen, por qué lo hacen y todo eso. Y es una alegría que te guste porque eso significa que no es aburrido xD
EliminarGracias por comentar y leer, al igual que gracias por aliviarme con lo de las 10000 visitas y haber opinado con respecto a la música ^^
¡Besos!
me ha encantado el capitulo, sobretodo porque me he enterrado de como es War en la realidad:D me parece superbien lo de la musica, asi sabre de donde sale tanta inspiracion:)y aunque con lo de las visitas tengo muchas ganas, tu a tu ritmo, porque seguramente cuanto mas tardes mejor sera:D sigue asi!!bss:)
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado conocer un poco más a War en su ámbito cotidiano. Todavía queda un poco más que conocer de ella, así que habrá otro capítulo parecido a este :3
EliminarY bueno, mi inspiración no sale sólo de la música. En realidad sale más de clase que de otro sitio, creo yo. Horas y horas pensando en mis historias xD Pero sí, la música es un factor importante también ;) Gracias por haberme dicho qué te parecía la idea, al igual que gracias por darme tiempo con lo de las 10000 visitas, por leer y por comentar :D
¡Seguiré así!
Besillos
fiesta de pijamaaaaaaaaaaaas!!!!!!!
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