Termino de hacerme una coleta alta frente al
espejo del recibidor mientras me miro a los ojos, los cuales están menos
enrojecidos que de costumbre gracias a un colirio. Me mojo los labios con la
lengua y tenso la coleta, bajando luego los brazos para apoyar las manos en mis
caderas.
Estoy muy guapa hoy, y no me siento demasiado
fatigada. Me he tomado la temperatura hace un par de minutos y tengo sólo
treinta y siete de fiebre, por lo que he tragado una pastilla sabiendo que con
eso bastará para toda la tarde.
Me sonrío y voy al salón para informar a mis
padres de que voy a salir. Encuentro a mi madre leyendo el periódico en el
ordenador y a mi padre tumbado en el sofá con las gafas de realidad virtual
puestas.
La verdad es que nunca me ha gustado ver externamente
a la gente jugando a El Juego. Es un tanto escalofriante. Están ahí, tumbados o
sentados, hablando. Y a veces sufren espasmos en el cuerpo sin que se den
cuenta. Yo según me pongo las gafas me abrazo a mí misma para tratar de evitar
esos espasmos, pero sé que seguramente los tenga.
Aparto los ojos de mi padre y descubro a mi
madre me mirándome con gesto agradable. Le informo de que voy a salir y me dice,
del tirón, las mismas cosas de siempre, los típicos consejos de madre. Respondo
a esto con las mismas respuestas de siempre, las que da cualquier hijo, con
tono de cansancio. Luego me acompaña a la salida, donde me da un beso en la
frente.
Según salgo, miro la hora. Son las cinco menos
cuarto de la tarde. Hace falta valor para aventurarse a salir a estas horas en
pleno verano, pero todo sea por llegar puntual.
He quedado a las cinco y media con Hunger, o
bueno, con Héctor. Por primera vez quedamos en vivo y directo, en la realidad,
tras nuestro primer encuentro en Callao. Es allí donde nos vamos a volver a
ver, y me hace muchísima ilusión. Incluso he conseguido una barra de cacao más
gruesa y alta de lo normal para dársela.
Salgo a la calle atravesando el muro que rodea
la urbanización en la que vivo y voy subiendo una calle a paso ligero. En
cierto momento, acelero más y choco mis tobillos. De inmediato las deportivas
que tengo se activan y me elevan unos diez centímetros del suelo.
Comienzo a deslizarme por el aire, prestando
suma atención a mi alrededor. Tuve que sacarme un permiso para poder moverme
con estos cacharros y no quiero tener ningún accidente que me lo quite.
Voy siguiendo la trayectoria de unas antiguas
vías de tren para llegar a una estación de metro que sigue en funcionamiento,
ya que yo vivo en las afueras. He hecho este recorrido miles de veces y no
necesito en realidad seguir los raíles, pero toda precaución es poca. No quiero
perderme por zonas prácticamente campestres.
Meto la mano en el bolsillo de mis shorts y
saco un chupa-chups de fresa que me llevo a la boca, y después me pongo unas
gafas de sol antiguas que llevaba colgando de la camiseta de tirantes.
Llego a la estación una media hora después de
haber salido, entrando por la arcada de la que salían los trenes pertenecientes
a las ahora abandonadas vías. Freno, al tiempo que me quito las gafas, poniendo
mi pie derecho delante del izquierdo e inclinándome un tanto hacia atrás, para
luego volver a chocar mis tobillos. Desciendo abruptamente y luego me subo al
andén, sacando el ticket para pasar al metro de una mochililla que llevo a la
espalda.
Llego a Callao en menos de diez minutos. He
llegado antes de la hora, pero no importa porque en cuanto alzo la cabeza al
salir del subterráneo por las escaleras veo a Héctor mirando al gentío que sube
conmigo, buscándome.
En cuanto me ve, abre más los ojos y me dedica
una sonrisa de labios cerrados. Le devuelvo otra y le saludo con la mano,
contenta de verle.
Subo las escaleras con rapidez y me acerco a
donde está. Sus ojos color miel se posan en los míos y luego se desvían a
derecha. Me saluda tímidamente con la mano, y eso que estoy a su lado.
Como la última vez, tiene las manos metidas en
los bolsillos de su pantalón vaquero, viste una camiseta de un grupo que
conozco muy bien y en los labios tiene alguna herida que otra.
- No llevas mascarilla – dice, mirando lo que
parece ser mi nariz.
- No, no la llevo – respondo, jovial – Es que
hoy me siento muy bien.
- Yo también – responde, atreviéndose a
sonreír, incluso irguiéndose. Veo que crece un poco ante mis ojos al hacer eso
– Estás muy guapa, Rut – me piropea, y le respondo con una amplia sonrisa
mientras siento que me sonrojo.
- Gracias – digo, y al instante añado - ¿A
dónde podemos ir?
- Bueno, por aquí hay muchas tiendas de música,
videojuegos, camisetas… de todo un poco. No es que lleve mucho dinero encima,
pero podemos entrar y cotillear un rato. Quién sabe, puede que encontremos
alguna ganga – me propone, encogiéndose de hombros.
- Esos sitios nos servirán para conocer mejor
nuestros gustos – comento.
- Bueno, creo que los míos puedes adivinarlos –
dice él, pasando la mano cerca de su camiseta.
Me río y luego, con un gesto de cabeza, le
indico que comencemos a caminar. Héctor me empieza a hablar de una tienda
subterránea donde venden discos muy baratos, ¡incluso vinilos! Caray, eso sí
que es antiguo. Más aún que los discos.
Estamos yendo a ese sitio, hablando
tranquilamente, cuando me decido a darle la mano. La acerco rápidamente a la
suya y la agarro sin demasiada fuerza, por si él no quiere; pero responde
agarrando también la mía.
Cambio la posición a los pocos minutos,
pasando a entrelazar nuestros dedos. De algún modo, aunque sea la primera vez
que caminamos así, me parece de lo más natural.
Las horas pasan deprisa, yendo de tienda en
tienda, cotilleando, conociéndonos un poco mejor. Me sorprende lo mucho que
sabe Héctor sobre cualquier cosa. Seguramente se le escapará algún campo, pero
en general puede hablar de cualquier tema.
- Qué listo eres – digo en cierto momento, esta
vez en la sección de videojuegos de un centro comercial.
- No, no – dice él, esbozando una sonrisa modesta
– No soy listo. Simplemente paso mucho tiempo en Internet leyendo sobre cosas.
- Entonces eres curioso – respondo.
- Sí, eso sí que lo soy. Y mucho – contesta, y
después dice - ¡Coño! ¡La edición especial! – y se lanza a la carátula de un
juego que desconozco.
Tras salir de esa tienda, vamos a una de camisetas
donde me compro una; y tras ello, a un restaurante de comida rápida. En un
primer momento, me sorprende que se pida una ensalada, cuando aquí hay comidas
mucho más suculentas como hamburguesas o algo parecido a los kebabs, pero luego
recuerdo su problema de estómago y todo cobra sentido.
Cuando estamos caminando para sentarnos en una
de las mesas, me doy cuenta de que yo no le he hablado de lo que me pasa a mí,
así que aprovecho para contárselo en cuanto nos acomodamos.
Héctor está echando aceite a su ensalada
cuando digo:
- Yo también estoy enferma.
Inmediatamente, él para de sazonar su comida,
se echa atrás para apoyar la espalda y me mira con sumo interés.
- ¿Qué te ocurre? – me pregunta, y casi parece un
investigador privado de mil novecientos cuarenta reuniendo información para su caso.
- Eso me gustaría saber a mí, y seguramente
también a muchos médicos – respondo, sonriendo – Es como si viviera en un
constante resfriado.
- Qué putada – comenta él, y extiende su brazo
derecho sobre la mesa, dejando la palma hacia arriba.
- Ya ves – contesto, posando mi mano izquierda
sobre su diestra.
- Es curioso lo mucho que nos parecemos en
algunos aspectos – dice él, para luego añadir con una sonrisa – Aunque tú eres
indudablemente más alegre que yo.
- Indudablemente – respondo, asintiendo.
- Y también muchísimo más guapa – añade, esta
vez con un gesto y un tono más seductor.
- Eso lo dices porque no te ves con buenos ojos
– contesto, en un tono similar y esbozando una sonrisa juguetona.
- No, eso lo digo porque me he visto desnudo –
dice, y no puedo evitar reírme con muchas ganas – No, en serio, no quieres verme
en esas condiciones – sigue diciendo, y cada palabra me resulta más graciosa
que la anterior – Parezco un espagueti.
- Seguro que hay una parte de ti que sí que
parece un espagueti – digo totalmente sin pensar, y al darme cuenta de lo que
he dicho, abro mucho los ojos y me sonrojo.
Venga va, Rut, referencias a su miembro en la
primera cita. Estupendo. Es-tu-pen-do.
- No, lo siento, no la tengo tan larga –
comenta él, elevando sendas cejas y negando con la cabeza.
Su comentario hace que me relaje y vuelva a
reír. Se lo ha tomado a bien.
- Eres genial, Héctor – digo, muy sonriente.
- Menos que tú – contesta.
Tras dedicarnos una corta mirada, comenzamos a
comer y, cuando terminamos, miro la hora y descubro que son las ocho de la
tarde. Aprovechando que estamos en un sitio tranquilo y que nuestra cita está por
terminar, saco de uno de los bolsillos de mis shorts la barra de cacao grande.
- Lo prometido es deuda – enuncio sonriente mientras
la coloco en el centro de la mesa.
- ¿Dónde has encontrado semejante monstruo? –
pregunta Héctor comparando el objeto con el vaso donde estaba su bebida, que no
era más que agua.
- En una farmacia – respondo.
- Imposible – contesta, mirándome profundamente
a los ojos – Cada dos o tres semanas tengo que ir a la farmacia a comprar
medicamentos y nunca, jamás, he visto algo como esto.
- Tampoco te creas que fue fácil – digo – Fui a
varias antes de encontrarla.
- ¿De verdad has hecho eso por mí? – pregunta,
y veo sus pupilas dilatarse.
- ¿Por qué no iba a hacerlo? – respondo,
enarcando una ceja.
Creo que le dejo sin palabras, porque no dice
nada más. Se limita a coger el cacao, juguetear con él en las manos y dedicarme
una mirada agradecida.
Pasamos un rato más hablando y luego nos
vamos. Nos despedimos con un fuerte abrazo en la estación de metro, prometiendo
que volveremos a quedar.
No sé si a él le estará pasando lo mismo, pero
yo tengo cara de idiota. Sonrío durante todo el viaje de vuelta como si
estuviera drogada, y cuando voy deslizándome por encima de los raíles de tren
abandonados, no puedo evitar que de mis pulmones salga un grito de júbilo.
Sí, me siento genial. Héctor es un chico
estupendo, y nos gustamos. Nos gustamos muchísimo.
Voy haciendo piruetas mientras me deslizo,
prácticamente bailando.
Tengo que contarle todo esto a Ana.
............
Bueno, bueno, bueno... Pues es miércoles otra vez.
Bien, tengo varias cosas que comentar hoy, así que iremos de una en una.
Primera: tenía preparado un dibujo súper chulo de Plague para hoy, pero ¿a quién se le ha olvidado meterlo en la mochila? Efectivamente, a mí. Así que os tendréis que conformar con esos bocetos que he hecho de ella para este capítulo. En el siguiente pondré el otro para que lo veáis :3
Segunda: no sé si habéis notado que este capítulo es un poco más largo... bien, es que me parecía un poco absurdo dividirlo en dos partes, por lo que lo he publicado entero. Simplemente quería comentarlo xD
Tercera: No, todavía no tengo lo de las 10000 visitas. Lo siento, de verdad. Si os sirve de consuelo, ya lo tengo planeado. Sólo tengo que convencer a unos amigos para que me ayuden... y si no me ayudan, tendré que hacer otra cosa que también tengo planeada. Así que supongo que para la semana que viene lo tendré.
Cuarta: Es probable que dentro de dos semanas (es decir, a la semana que viene no, sino a la siguiente) no publique capítulo. En realidad esto es un poco lioso. No sé bien cuándo podré publicar y cuando no, porque veréis, estoy en Segundo de Bachiller y mi curso termina en un mes. Tengo los trimestrales de la última evaluación y, muy seguidos, los globales. Y tras eso, la Selectividad o PAU (Prueba de Acceso a la Universidad), por lo que voy a estar un par de meses estudiando a tope, y esto interferirá con mis estudios. De todos modos, iré avisando de posibles problemas para publicar en mi segundo blog, así que estad atentos.
Quinta: como podréis ver, he modificado levemente el blog. Los afiliados ya no están en la columna de derecha, sino en la nueva página de Afiliados; y he añadido dos páginas más: Música, donde encontraréis canciones que me inspiran a escribir y que van mucho con la historia; y Premios/Entrevistas, la cual recomiendo a aquellos que tengáis un blog y os apetezca hacer alguna entrada más ligera o simplemente recibir un premio. Seguís las normas (las cuales yo me salto un poco) y ale, todos contentos. Además de que, si os produzco curiosidad, podréis saber un poco más de mí o, incluso, hacerme una entrevista. Pero eso no es necesario xD
Mmmm... creo que ya está. En fin, como habréis visto, este capítulo ha sido un poco historia de amor entre Hunger y Plague (o Héctor y Rut, como prefiráis). Estoy aprovechando un poco de nuevo para mostrar las vidas de los personajes ya que tienen tres días de descanso, pero esto se acaba al siguiente capítulo, que por cierto, adelanto que será narrado por Blasphemy, la cual no ha narrado nada desde el primer capítulo (por si no os habíais dado cuenta xD).
Ah, y... estrujaos un poco los sesos y responded: ¿Quién es Ana?
Es más simple de lo que pensáis, y confío en vuestra capacidad intelectual. Sé que sois inteligentes.
Eeeeen fin, muchas gracias a Pao D'Cid, Sara Menéndez, Borya_14, Cgm y Dolores Enima Neag por haber comentado ^^
Bueno, espero que os haya gustado, que comentéis, que le echéis un vistazo a las nuevas páginas y... tal.
Uuun besazo, y nos leemos a la semana que viene.
Que cukis que son <3<3<3 awwww
ResponderEliminarCómo que quién es Ana??? En el capítulo en el que van a ver a Hell, después de matar al golem de fuego y conseguir el mandoble de tierra (narrado también por Plague) se dice claramente que Blasphemy es sólo un nombre de Ana.
Un besazo
P.D. A que me lo sé bien???????? Si me hicieses un examen sacaria un 100000000000000000000000000000000000000000/10
Te lo sabes pero estupendamente ^^ Si ya sabía yo que tenía lectores inteligentes, jopé. ¡Y con memoria! :P
EliminarY sí, la verdad es que son muy cucos ;)
¡Un besote! Y muchísimas gracias por leer, comentar y responder a mi pregunta ^^
UUUUUUUUUOHHHHHHH!!!! EN SERIO?! UNA PARTE DE TÍ QUE SÍ PARECE UN ESPAGUETTI?!?! *LOOOOOOOOOOL*
ResponderEliminarHaha, y claro que me sé quién es Ana. Es Blasphemy :3 Y no, no leí el comentario de Cgm primero ;D En realidad, tenía la esperanza de ser la primera en decirlo, pero bueeeno...
OOH, Y OYE, QUIERO HACERTE UNA ENTREVISTA. Tengo muchas preguntas xD Avísame cuando puedas y cómo se hace (además de lo de preguntar) ya que jamás he entrevistado a alguien que conozca en persona XD
-Pao
Pd: ME ENCANTÓ SU CITA. SON RETE ADORABLES *U*
¿Te reíste con lo del espagueti? Yo me reí cuando lo escribí xDDD Dudé un poco si ponerlo o no, pero luego me dije: "Buah, ¿por qué no?" xD
EliminarY felicidades, tú también adivinaste quién es Ana. Me cago en la leche, que pedazo lectores tengo :D
Puedo cuando quieras, y... yo tampoco sé bien cómo se hace... te dejo aquí los links a un par de ella a ver si encuentras inspiración (http://papeldetintanegra.blogspot.com.es/2013/01/entrevista-garonne-una-escritora-las.html ; http://escritorsentimientos.blogspot.com.es/2013/01/entrevista-garonne.html ). Las dos son a la misma chica.
En general, puedes preguntarme cosas relacionadas con la escritura, con el blog, cosas personales... lo que gustes. Seguramente esté encantada de responder a todas las preguntas ^^ Y para hacérmela no tienes más que escribir las preguntas y me las mandas a misoravlogs@gmail.com. Las responderé y lueo supongo que lo publicas en tu blog y ya :3
Eeeen fin, muchíiismas gracias por tu comentario, por leer, por responder a la pregunta y por mostrar interés con lo de la entrevista (la verdad, me hace ilusión que me hagas una, pero no te sientas presionada xD).
Uuuun besazo, Pao :3
Muy mona la parejita :) Me ha gustado.
ResponderEliminarUn besazo, y muchos ánimos con el último empujón del curso :)
Me alegro de que te haya gustado, Sara. Y sí, la verdad es que son muy monos ^^ Como muchas parejas cuando empiezan.
EliminarMuchísimas gracias por darme ánimos. Los necesito xD Aunque la verdad, me hace ilusión terminar el curso :3
Muuuuchos besos y también muchas gracias por leer y comentar :3
Adoro a esta parejaaa, es que los dos son tan adorablesss!me encanta el capitulo, me lo he pasado bien simplemente leyendoloo xD :D
ResponderEliminarbueno, suerte con todos los examenes y pruebas, sigue asi!!bss:)
Seeeh, son adorables ^^ Y me alegro de que te guste la pareja ^^
EliminarAl igual que me alegra que lo hayas pasado bien simplemente leyéndolo *O* Eso me halaga como escritora ^^
Muuuchas gracias por comentar y leer, al igual que por desearme suerte con todos los exámenes que tengo por delante. Seguramente la necesitaré :3
Besooos :D
uooo!!! en la primera cita y ya hablan de cosas indebidas.. uuuuuh
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