Capítulo 21: Blasphemy, un edificio, Letonia.

Llamo al ascensor con los dedos temblorosos. Según la información que me pasó Rina, la chica de Moisés, tengo que ir a la sexta planta y allí llamar a la puerta C.
A pesar de que Moisés está ahora mismo a mi lado, cosa que le agradezco enormemente, no puedo evitar sentir miedo. Las piernas, los brazos, las manos. Todo me tiembla. Y tengo la cabeza a punto de estallar. No he podido dormir esta noche, y tampoco pude en el avión que nos trajo hasta aquí.
Cuando las puertas del ascensor se abren, me observo en el espejo. Estoy pálida, con la frente sudorosa, y con unas ojeras que ni Rut tendría. Mi propia visión me asusta, pero sentir la mano de Moisés en el hombro me da ánimos. Veo su reflejo en el espejo, mirándome como si intentara darme sus fuerzas, mirándome con esos ojos que transmiten tanto, que siempre lo han hecho.
Entro en el ascensor seguida por él, quien pulsa el botón con el número seis. Me apoyo en la pared y tomo aire, haciendo respiraciones para calmar el cada vez más acelerado corazón.
Venga, Ana, te has enfrentado a miles de criaturas en Pangea, ¿cómo no vas a poder contra un simple humano?
El problema es que en esta ocasión puedo perder la vida de verdad, no mi personaje. Además de que yo también soy humana, y eso me iguala en fuerzas con quien sea que se encuentre tras la puerta del apartamento C.
He estado imaginando cómo será el encuentro, cómo será Gabriel, qué clase de cosas tendrá que decirme. Si tendrá respuesta a mis preguntas.
He pensando en tantas variantes de lo que puede ocurrir que estoy preparada para cualquier cosa, incluida mi propia muerte. Me he mentalizado para ello, aunque dudo que en realidad alguien pueda hacer eso. Por ese motivo sigo nerviosa. No sé qué va a ocurrir, ni si quiera sé si la información recibida con respecto a su localización es correcta.
Simplemente confío en mi buena estrella.
Las puertas del ascensor vuelven a abrirse para mostrar un pasillo estrecho con hasta cinco puertas. Busco con la mirada la C y me dirijo a ella. Es una simple puerta de metal, una como tantas otras, pero me asusta. Opensándolo mejor, me asusta lo que pueda ocultarse tras ella.
Aún así frunzo el ceño y pulso el timbre con mi tembloroso dedo índice. La puerta se abre segundos después, aunque no veo a nadie que haya podido hacerlo. Miro a Moisés, preguntándole con la mirada si deberíamos seguir adelante, y él asiente con la cabeza.
Doy un paso, y luego otro, para internarme en la casa. Miro el manillar de la puerta, donde descubro una anciana mano que lo sostiene con firmeza, y entonces doy un tercer paso que provoca que la puerta sea cerrada.
Me giro y descubro que Moisés no ha entrado. Estiro el brazo para alcanzar el manillar y salir, pero entonces una voz que ya he oído antes me dice:
- No abras la puerta o no podrás volver.
Levanto la vista, temerosa, para encontrar frente a mí a un anciano con manchas en la cara, ceño fruncido y cuerpo delgado.
Soy consciente, en ese momento, del lugar que me rodea. Giro la cabeza hacia atrás para descubrir un piso lleno de trastos, de objetos antiguos, de platos de comida sin limpiar, de papeles por el suelo; y al fondo, una habitación de la que sale una intensa luz azulada.
En una de las paredes hay un cuadro de una muchacha morena con flores en la cabeza. Es el único objeto decorativo de la casa.
- Blasphemy – me llama el señor, devolviéndome a mi encuentro con él – Te felicito. Has llegado muy lejos.
Me sonríe, enseñándome unos desgastados dientes. Preferiría que hubiera seguido con el gesto de antes, porque comienzo a sentirme realmente incómoda. Su sonrisa es siniestra y sus ojos parecen no mostrar expresión alguna.
- Eres Gabriel – consigo decir.
- Es de agradecer que lo afirmes en vez de preguntarlo – responde, comenzando a caminar hacia una desvencijada silla – Aunque supongo que sí preguntarás cosas, como todos.
- ¿Por qué hacer que la primera misión sea imposible de pasar? – interrogo, tratando de pensar con claridad.
- Para mantener a todo el mundo dentro de Pangea – responde, encogiéndose de hombros – Imagina que la primera misión fuera fácil de pasar, y que hubiera una segunda, tercera, cuarta… miles de misiones. Muchos jugadores abandonarían El Juego, pues dejaría de ser una red social para ser un juego de rol. Uno de tantos juegos de rol, ¿comprendes? – me explica.
- ¿Y para qué mantener a la gente enganchada?
- Para que no piensen en la realidad – contesta, esbozando otra siniestra sonrisa.
Me mira a los ojos, entonces, y pregunta:
- ¿Tienes sueños recurrentes?
- La que hace preguntas soy yo – digo, sin hacerle caso - ¿Por qué no hacer que Gabriel sea un PNJ, como Hell?
- No ofendas a Hell de esa manera – dice, mirándome de pronto con furia – Que ella haya parecido siempre un PNJ no quiere decir que lo fuera. Ella fue una jugadora. O mejor dicho, fue lo que yo soy: un programador, un diseñador, un creador.
Abro los ojos ampliamente y doy un paso hacia atrás. Gabriel se ríe ante mi reacción y añade:
- Efectivamente, Blasphemy. Soy uno de los dos creadores de El Juego. La otra era Hell, quien también fue mi mujer. No sabes cuánto la echo de menos – dice, y su gesto se torna triste en la última frase.
- ¿Ha muerto? – pregunto, tragando saliva y tratando de asimilar la información.
- No, simplemente se fue de este mundo – dice, perdiendo la mirada en el suelo – Y bueno, con respecto a tu pregunta, nos hicimos jugadores para poder controlar Pangea desde dentro. Era, y sigue siendo, nuestra misión aquí.
- ¿A… quí? – pregunto, y tengo que apoyarme en una pared para no caerme – No entiendo lo que dices. Hablas de este mundo, de “aquí”. ¿Hay más mundos?
- Chica lista – dice, guiñándome un ojo – Este mundo es sólo el paso entre la realidad y Pangea.
- ¡Esta es la realidad! – exclamo, enfurecida al no comprender - ¡No hay más realidades!
- Este mundo, el que crees fervientemete real, se parece mucho a Pangea. Tiene leyes físicas, químicas, tiene PNJs, creadores… tiene todo lo que Pangea tiene. Si lo reprogramáramos incluso podría haber criaturas mágicas, medidor de vida, poderes y lo que quisiéramos – dice, levantándose.
- No… no es cierto. Estás hablando de una especie de mundo como el de aquella peli antigua donde las máquinas… - comienzo a decir, atando cabos en mi cabeza.
- ¿De dónde crees que sacamos la idea? – pregunta él, acercándose a mí.
- ¿Quiénes? – pregunto yo, tratando de alejarme.
- Soy un creador de Pangea, pero también de este mundo – dice, y entonces toma mi barbilla entre sus dedos y me obliga a mirarle a la cara – Dime, ¿tienes sueños recurrentes? ¿Sueños relacionados con escuelas de paredes blancas u hospitales? ¿Sueños, quizá, en los que debes sobrevivir?
Sí, tengo esa clase de sueños. En particular uno donde corro por calles anaranjadas en las que la gente amontona y agolpa, y me interrumpen el paso. Me choco con ellos pero no reaccionan. Y todo está mugriento, silencioso. Cargado de un aire difícil de respirar.
- Puedo ver en tus ojos que sí los tienes – dice, soltándome bruscamente – Blasphemy, tienes potencial. Eres inteligente, tienes capacidad de observación, y fuerza. Yo estoy cansado de hacer esto, de vivir aquí encerrado. Tú podrías ser mi digna sucesora – dice, mirando por una ventana cubierta por una esterilla – Podría enseñarte todo lo que sé y tú podrías…
- ¡No! – grito – No quiero ser una sucesora. Quiero saber lo que ocurre y luego irme a mi casa.
- Oh, querida, no puedo permitírtelo. Podrías desvelar toda esta información y este mundo y el otro estarían en peligro – dice, girándose hacia mí con su siniestra sonrisa.
- ¿Vas a matarme? – pregunto, aterrorizada.
- No si aceptas mi oferta – responde.
Comienzo a jadear y me doy cuenta de que he estado transpirando. El mundo se tambalea a mi alrededor y acabo por sujetarme al marco de una puerta. Miro hacia el interior de la habitación y descubro varias pantallas por las que circulan miles de datos que surgen de varias direcciones. Se juntan unos con otros y crean una imposible red de información, de letras y números que, a mis ojos, es imposible de leer.
- Podrías entender eso y más cosas si quisieras. No tienes por qué morir, sólo tienes que… - dice Gabriel con una voz melosa que crispa mis nervios.
- ¡NO! – respondo, soltándome del marco.
Le miro a los ojos y doy un paso hacia él, dispuesta a tener un enfrentamiento físico si es necesario, pero entonces la pata de la mesa que está a su espalda se parte, asustándome, para luego alzarse en el aire y acabar atravesando mi pie.
Grito de dolor y me agacho, mirando cómo la sangre comienza a emanar.
Tantas veces visto en Pangea que creía que estaría acostumbrada, pero no es así. Esto es mucho peor. Esto es real.
O eso creo.
- Antes, cuando te he dicho que si quisiéramos podríamos programar poderes aquí… ya lo hicimos – me dice Gabriel – O mejor dicho, ya estaba hecho. Ahora mismo tú, yo y todo el mundo estamos en coma, conectados a un mundo virtual, y ya se sabe que en el mundo de los sueños se puede hacer cualquier cosa – se agacha frente a mí y dice – Pero igualmente, Hell y yo fuimos entrenados y de algún modo programados para poder acceder a ese poder de una manera más sencilla.
Sus palabras me aportan una idea que consigue que deje de sollozar, al mismo tiempo que me hacen estar confundida y enfadada. Me echo hacia atrás, mirando la estaca improvisada clavada en mi pie, y tras un par de segundos en los que decido creer sus palabras, consigo levantar con un simple pensamiento la silla que hay detrás de él y lanzársela.
Pero se rompe en mil pedazos antes de que llegue siquiera a tocarle, y entiendo que ha sido Gabriel, que la ha hecho estallar.
Comprendo que su poder es muchísimo mayor que el mío y, esbozando una sonrisa amarga, pregunto:
- ¿Y qué pasa si alguien en este mundo se da cuenta de que vive en un sueño y comienza a usar esos… poderes?
- Entonces le despertaré – dice – Esa información que hay en esas pantallas me permite saber ese tipo de cosas, y me basta con teclear un nombre en mi ordenador para que una persona despierte.
- ¿Podría hacer eso una persona cualquiera desde su ordenador?
- No, ése es especial, es el único capaz de hacerlo.
- ¿Y si un hacker…? – comienzo a preguntar, pero su risa me interrumpe.
- Un hacker, dice. Qué graciosa – comenta – Nadie puede entrar en mi ordenador a no ser que yo quiera – abro la boca para añadir algo y él, como si siguiera mis pensamientos, añade – Tu amiga, Rina, entró porque yo quise que entrara.
- ¿Cómo sabes que…?
- Porque según ella entraba en mi ordenador, yo entré en el suyo. Había información sobre Moses, y supe que esa entrada en mi ordenador era, en realidad, una búsqueda para ti.
- ¿Y qué más cosas has querido que ocurrieran?
- Todo, en realidad. Fue gracioso cuando vi que War salía del Coliseo. Inmediatamente leí qué había pasado con ella y encontré vuestro grupo, del que eras líder. Me caíste bien. Alguien capaz de convencer a la tozuda War.
>>Entonces, os envié el golem de fuego para probaros, y le vencisteis. A partir de ahí, fue casi todo orquestado. ¿Sabes que en este mundo el ladrón de Ciudad Mercado no es otra cosa que un PNJ? Sólo tuve que manejar su información para que os robara, y sabía que le íbais a preguntar mi localización, y él sabía cómo indicárosla, más o menos. Todo lo demás, fue cosa vuestra.
- ¿Y el mandoble de Tierra? – pregunto, confusa, sintiendo que ya no puedo soportar más todo esto.
- Un pequeño regalo de mi parte, para que os ayudara a vencer al dragón. Experiencias anteriores me hicieron darme cuenta de que era demasiado poderoso.
- Eres un hijo de puta – susurro, sintiendo que me mareo, que la cabeza se me va, y luego pido -  Mátame ya, no me hagas sufrir más.
- No te voy a matar, Blasphemy – dice, en un tono incluso triste, mientras con un simple movimiento de su dedo índice saca la pata de mi pie, causándome un insoportable dolor que consigue extraer otro grito de mi garganta y que me aclara la mente – Tienes dos opciones, como todos los que han llegado hasta mí: aceptar ser mi sucesora o salir por la puerta por la que has entrado. Las dos opciones te darán todas las respuestas, pero la segunda implica tu salida de este mundo – me explica.
Dudo durante un segundo, para después comenzar a arrastrarme hacia la puerta.
- ¡Ah! ¡Estúpidos habitantes de este mundo! ¡Estáis demasiado apegados a antiguos valores morales! – empieza a gritar Gabriel, pero desconecto de todo lo que me dice.
No sé lo que va a pasar conmigo, no sé si Gabriel es simplemente un viejo loco, si lo que ha dicho sobre los mundos es mentira o verdad. No sé si cuando abra la puerta moriré, o entraré en otro mundo, o podré pedirle ayuda a Moisés.
Lo único que sé es que quiero salir de esta casa y por eso, sin dudarlo, abro la puerta cuando la alcanzo.

...............
 Bueeno, pues este es EL ÚLTIMO CAPÍTULO
:OOOO
Pero tranquilos, TRANQUILOS, que queda el epílogo. Todo lo que falta por explicar, la unión con el prólogo, todo-todito-todo quedará explicado en el epílogo xD O eso espero o_O
Aunque la verdad aquí ya he explicado mucho. De manera quizá un tanto confusa, pero está explicado.
Con respecto a la imagen, comentar que pertenece al anime Serial Experiments Lain y que ese cuarto siempre, siempre fue mi imagen mental del cuarto del que emana luz en casa de Gabriel (ya sabéis, donde he dicho que está toda la información que él es capaz de leer).
Por otra parte, muchísimas gracias a Pao D'Cid, Cgm, Sofia Galetto, María y Kahurma (a la cual no le he respondido los comentarios, y lo siento, pero se los agradezco igualmente y los he leído, que conste xD) que hayan comentado :D Sois geniales :3
En fin, pues entonces nada más que decir. Una semana más y goodbye, Sangre sobre el pan.
Aún así recordad que Explosiones en la cabeza seguirá activo y que subiré relatos e información sobre diversas cosas :3 Y bueno, siempre podéis releer lo que queráis xDD
Pues nada más que comentar. 
Espero que os haya gustado este último capítulo y que el epílogo de la semana que viene os encante, os parezca epiquísimo y demás cosas xD
¡Un besote a todos! 
¡Gracias por leer!



12 comentarios:

  1. HOSTIA HOSTIA HOSTIA HOSTIA, ESTO ES... *brain explode* ¿Què? Madre mía, ¿otros mundos? ¿Por eso lo de los sueños recurrentes? O_O Misora, eres tremenda. Cómo puedes escribir esto y hacerlo completamente razonable... GUAU. Ah, y Gabriel es un sicópata e.e Ya no le tengo simpatía, ha perdido la chaveta.
    ¡BLASPHEMY! ¡NOOOOOO! ¡NO PUEDE MORIR! DDDDDD: Oh por Dios, esto es.... AAAAAHHHHH TAN REMATADAMENTE ÉPICO!!!!!
    Ten por seguro que lo releeré miles de veces ;D
    Este mundo es tan conspiranoico O.O
    -Pao

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hohohoho, veo que te ha gustado ;) La verdad es que me sentía un poco insegura, pensé que quizá era un final cacoso, pero veo que no xD
      Y bueno, sí, por eso los sueños recurrentes. Cierto es que todavía no he explicado todo, pero si consigues identificar todas las pistas que he dejado a lo largo de la novela, creo que podrías desvelar el final ;) Aunque en cierto momento planteaste algo en un comentario que era bastante acertado. Yo ahí lo dejo xD
      Y seh, Gabriel está fatal de la chaveta, pero es que piénsalo: el hombre ahí metido en su casa, sin su mujer, durante años, controlando todo, pegado a una pantalla de ordenador... yo también perdería la chaveta xD
      Y bueno... ya verás lo que pasa con Blasphemy ;)
      Un besote, guapetona, y muchísimas gracias por leer y comentar :3

      Eliminar
  2. Diooos... yo no me creia que esto fuera a acabar asi.. es increible :$ m encanta jajajaja
    Pero estoy muerta...!!! Espero la ultima semana!! Aagr que ganas de leer el epilogo y decir ppr fiiin

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que nadie creía que fuera a acabar así ;) He procurado que fuera todo muy misterioso xD
      En fin, me alegro de que te encante :D Y por diox no te me mueras xDD
      Y bueno, la última semana es... ¡MAÑANA! Para flipar.
      Un besoo, estupenda, y muchas gracias por comentar y leer :D

      Eliminar
  3. dios mio!!!!! *-* Y ASI TERMINA???!!!! NOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHH!!! YA QUIERO EL EPILOGO!!! TENGO TANTAS ANSIAS POR LEERLO!!! ahahahahahahah!!! me encanto.. (y con eso me quedo corta.. jajaj
    lo ame al cap!!!!! NO LO PUEDO CREER... BLASPHEMY NO SALGAS POR ESA PUERTA TE LO RUEGO!!!
    como que hay mas mundos... *-* O-O wow
    nunca en la vida he estado tan obsecionada con algo... (a menos que sea con el chocolate.. esa es la unica excepción.. jajaja)
    no puedo esperar mas... ajajaja
    una pregunta... tengo un dibujo que he hecho de plague espero que te guste, pero tienes correo, o alguna red social para que te lo pueda mandar...???
    besososo ♥

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te encantara :DDD Y también de que tengas tantas ansias de leer el epílogo, la verdad, porque así sé que vas a leerlo fijo xD Espero no decepcionarte con él.
      Seeeh, lo de los mundos lo terminarás de entender en el epílogo, y sobre Blasphemy... ya verás lo que pasa con ella ;)
      ¡Y bueno! Como para no obsesionarse con el chocolate. A mí me encanta *O* Sobretodo el chocolate negro. Es mi pasión, a parte de escribir xD
      Con respecto al dibujo... antes de nada, MUCHÍSIMAS GRACIAS por hacerlo. No sabes lo emocionante que resulta cuando alguien (a parte de mí misma xD) dibuja a tus personajes ^^ Tras eso, decirte que puedes contactar conmigo por Tuenti (allí me llamo Misora Arosim, búscame si tienes cuenta) y por e-mail, el cual es: misoravlogs@gmail.com
      Tengo muchas ganas de recibirlo, y no dudes que me gustará ^^
      Un besazo y muchísimas gracias por leer y comentar :DDD

      Eliminar
    2. gracias!! ya mismo te mando el dibujo!!!! besosos espero que te guste...y no dudes en que no me enamorare del epilogo por que si lo hare!!!
      byebye!!! ♥

      Eliminar
  4. Aaaaaa, ahora entiendo la conexion con el prologo, eso de que estan todos conectados a una cama o lo que sea es la vida mejor, la vida sin hambre que peometio la voz de la mujer del helicoptero

    Pd: Soy Cgm, pero no se por que al movil no le apetece aceptarlo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues no sé por qué, pero aparece como si hubieras comentado desde tu cuenta o_O Supongo que a tu móvil le dio un yuyu o algo xD Cosas de la electrónica xD
      Con respecto a tu comentario... he de decir que es MUY acertado. MUY MUY acertado. Le faltan explicaciones de por qué y tal, que obviamente no las puedes saber, pero no paisha nada porque ya las cuento yo en el epílogo ;)
      Muchísimas gracias por tu comentario y por leer, Cgm :D
      ¡Besillos!

      Eliminar
  5. men acaba de hacer bum el cerebro...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Normal... si es que por fin llegan las explicaciones a todos los cabos sueltos XD
      En fin, oye, quee... ¡Gracias por todos tus comentarios! No los he respondido, pero los he leído todos, que lo sepas. Y sí, me gustaron los nombres de las parejas. Plunger está muy chulo, sobretodo porque yo les había llamano Plaguer y no me terminaba de convencer xD Prefiero Plunger. Y Mosina suena muy mono :P
      En fin, puees... muchísimas gracias de nuevo por tus comentarios ^^ Y por leer :D
      ¡Eres genial!
      Un abrazo >O<

      Eliminar
  6. Wow, el capítulo ha sido... raro. No me lo esperaba, pero, aun así, me ha gustado mucho.
    Ahora mismo voy a leer el epílogo :)

    ResponderEliminar

Sé respetuoso o te tiraré tomates ò___ó