Capítulo 7: Plague, Ciudad Coliseo, Pangea (Primera Parte)


Somos gilipollas, de verdad que lo somos. Quedamos para salir de Ciudad Coliseo y aquí estamos entrando en ella de nuevo, y todo porque somos gilipollas. A nadie excepto a nosotros se le podría olvidar desbloquear la primera misión antes de lanzarse a la aventura.
O sea que entramos a Bosque Tranquilo, nos enfrentamos a un golem de fuego que casi me chamusca las alas y al día siguiente nos damos cuenta de que tenemos que retroceder en nuestros pasos para desbloquear la misión como grupo. Manda huevos.
Quizá deberíamos hacernos con unos pocos caballos o algo, a ver si así avanzamos más rápido. Vamos, digo yo que con el dinero que tenemos cada uno nos dará de sobra para comprarlos, y seguramente nos serían muy útiles.
Pero a Ana, o como se hace llamar ella: Blasphemy; no le sale de las narices, y como ella es la líder el resto nos tenemos que aguantar. Lo he hablado con ella durante todo el trayecto de vuelta a la ciudad y dice que los caballos de El Juego son demasiado caros para lo lentos que son, además de que tendríamos que vigilarlos para que no los mataran y bla, bla, bla. Ya podría enrollarse un poco.
Lo peor de volver a entrar a la ciudad ha sido encontrarnos con periodistas y claro, como la gran War está en nuestro equipo, se han abalanzado a por nosotros. Explícales a esos tipos que se te ha olvidado desbloquear la primera misión y pon en vergüenza al icono nacional. Atrévete a aparecer como figura patética en televisiones y revistas. Hace falta valor, mucho valor.
Paro de revolotear por encima del grupo y me permito pisar un poco la calzada de la ciudad con los pies descalzos. La piedra es lisa, suave y templada al tacto con las plantas de mis pies. Me transmite una agradable sensación de calor, y con ello logra tranquilizarme. La verdad es que la situación me molesta un poco, todo esto de tener que volver… es un petardazo. Íbamos tan bien, a tan buen ritmo… Qué mal pie.
Suspiro con cansancio, y Hunger me oye. Me mira con sus ojos ámbar de león viejo, y después esboza una enorme sonrisa, enseñándome los dientes que le faltan a su personaje y la poca fiereza que desprende. Consigue que le devuelva la sonrisa, y eso unido al agradable tacto de la calzada consigue animarme un poco.
- Ya llegamos – anuncia nuestra líder.
Oigo al león suspirar de alivio. Me asomo entre los ropajes y piernas de mis compañeros para observar la totalmente confundible casa de Gabriel y Hell. De no ser porque en los medios de comunicación se dijo cómo desbloquear la primera misión muy pocos lo habrían conseguido. Es una casa tan modesta y normal que pasa totalmente desapercibida. Parece la de un jugador novato que acaba de comprársela con toda su ilusión y gastando sus escasos ahorros.
Además, Hell nunca sale. Está programada para ello. Simplemente se queda en su casa amargándose porque Gabriel lleva, según ella, unas semanas desaparecido. Si fuera un jugador real en vez de un PNJ* se daría cuenta de que más bien años. Gabriel en la vida real estaría claramente muerto o secuestrado por alienígenas.
Cuando llegamos a la puerta de la casa, vuelvo a alzar el vuelo. Me coloco encima de mis compañeros, porque la verdad, hace años que no veo cómo es Hell en Pangea. La veo en los carteles publicitarios en los que pone: “¿Crees que puedes encontrarle?” y en imágenes por Internet; pero desde que entré en El Juego hace ya varios años, no la he vuelto a ver desde los ojos de mi personaje.
Blasphemy hace los honores y llama a la puerta de la casa. Ésta se abre unos cinco segundos después, mostrándonos a la inmortal y siempre joven Hell. Ahí está ella, con su melena ondulada en tonos castaños y negros totalmente descuidada; los ojos acristalados, la nariz enrojecida y vestida con un escotado vestido en color azul turquesa. Aún así, siempre lleva ese extraño maquillaje en sus pómulos, esas dos líneas horizontales que se asemejan a branquias.
- ¿Qué desean? – pregunta, y después se sorbe los mocos. La última vez que la vi también hizo eso.
Enseguida se abre ante mis ojos un cuadro de diálogo con varias opciones, como pasa siempre que se habla con un PNJ. Al fin y al cabo tienen una inteligencia artificial muy limitada.
- ¿Os aparece un cuadro de diálogo? – pregunta Moses.
- Sí – respondemos dos o tres a la vez.
- ¿Y qué opción decimos? – pregunta Hunger.
- La de: “Venimos a venderle algo” es graciosa – comento.
- Así sólo alargaríamos el puto desbloqueo. Será mejor preguntar directamente si le sucede algo – responde Blasphemy.
- Mandona – le espeto, de broma.
- Calla, subordinada – responde ella; y después dice mirando a Hell - ¿Qué le sucede?
El cuadro de diálogo se cierra al tiempo que vemos cómo el rostro de la mujer se tuerce en una mueca de dolor hasta que comienza a llorar ante nosotros. Menos mal que es un PNJ y en realidad no tiene sentimientos, porque sinceramente, está tan bien hecha gráficamente hablando que parece completamente real. Incluso me da pena verla llorar.
Nos explica entre sollozos la historia que todos conocemos, y luego hace la famosa pregunta, pero ésta vez dirigida a un grupo y no a una persona individual:
- ¿Creéis que podéis encontrarle?
Casi parece tener los ojos llenos de esperanza mientras dice esto. Casi parece una persona real. Casi parece humana.
Un extraño escalofrío me recorre el cuerpo al tiempo que Blasphemy responde que sí a su pregunta; y luego nos marchamos con la misión desbloqueada. Volvemos a adentrarnos en el Bosque Tranquilo, no sin antes toparnos con el mismo grupo de periodistas pesados, y seguimos nuestro camino hacia Ciudad Mercado. Durante el trayecto revoloteo encima del grupo, tratando de comprender a qué ha venido ese escalofrío inexplicable.
- Tenemos que llegar hoy, joder – dice Blasphemy.
- ¿Qué? – exclamo, saliendo de los pensamientos en los que me hallaba sumergida – Son al menos dos días de camino, tía – le digo, descendiendo a su altura  - Y deben ser como mínimo las siete de la tarde. No nos dará tiempo a llegar hoy ni de coña.
- Siento ser cagaprisas, pero tenemos que llegar hoy, aunque pasemos todos la jodida noche conectados – anuncia.
- Hoy toca discusión con mi padre – comenta Hunger con aire cansado.
Avanzamos durante horas por el bosque, evitando enemigos, pasando de todo aquello que nos parezca raro para evitar una nueva lucha contra un ser que nos doble las fuerzas, aprovechando al máximo las horas de luz.
En cierto momento que no veo ningún enemigo cerca, aprovecho para quitarme las gafas de realidad virtual durante un par de segundos. Es de noche y no veo nada más allá que la luz verde que sale de los números de mi reloj digital. La una y diecisiete de la madrugada.
Vuelvo a ponerme las gafas y me descubro tirada en la fresca hierba del bosque. Hunger me mira con preocupación, y después me pregunta qué ha pasado. Le explico que me quité las gafas un segundo. Claro, dejo de estar concentrada en El Juego y todo se va al garete. Menos mal que no volaba muy alto, podría haberme matado.
Me aplico magia curativa menor para paliar los efectos del golpe y vuelvo a volar. El grupo ha seguido avanzando, por lo que Hunger corre al tiempo que yo vuelo velozmente aprovechando corrientes de aire. Empieza a atardecer en Pangea.
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¡Miércoles de nuevo, por lo que toca capítulo!
Como dije, en este ha aparecido un personaje que sólo había sido nombrado: Hell. Por fin sabemos cómo es físicamente y cómo se comporta :P
Por cierto, un PNJ* es un Personaje No Jugador, es decir, uno creado por los programadores del juego. Básicamente un personaje que no maneja nadie tras una pantalla. Está ahí programado. 
Dicho esto, pedir disculpas por subir hoy más tarde. Una tiene exámenes la semana que viene xD
¡Muchas gracias a Pao D'Cid, Sara Menéndez y Carla por haber comentado! ^^ Me llegáis a la patata, mozas. También gracias a todos los que leéis pero no comentáis :3
Nos vemos al próximo miércoles con más y mejor :P
¡Besos!

13 comentarios:

  1. ¡Era Plague! Yo ya no sé cómo no me di cuenta, ¡anda que!
    ¿¿¿Ya te funciona el escáner???
    ¿Cómo que más y mejor? Más sí, pero mejor no, esto ta es insuperable por sí solo.
    Bueno, como no se qué más decir a parte de que está supermegahiperultragenial, Carla se despide.

    Kisses <3

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    1. En realidad no es Plague, sino Hell de la que hablaba. De todos modos entiendo que haya confusión porque por lo que dije se pueden interpretar ambas cosas xD
      Y el escáner sí, funciona, pero soy vaga y ahora saco fotos a los dibujos xD
      Muchas gracias por decir que es imposible que sea mejor *O* Pero te aseguro que sí es posible. Tengo muchas cosas pensadas (y escritas o_O)
      ¡Muchísimas gracias por comentar! ^^ Y por leer, claro :D

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  2. Anónimo5/12/12

    Hey! Soy Pao, comento como anómima por que el mísero Blogger no me deja iniciar sesión e.e ... Eeeen fin, me gustó el capítulo, está muy chachi. Lo de que se les haya olvidado desbloquear la misión es extremadamente divertido ;)
    -Pao

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    1. A veces los sitios web son de lo más defectuoso... pero qué se le va a hacer xD Agradezco que me comentes aún estando fuera de tu cuenta ^^
      Y mis personajes... en fin, son humanos, son imperfectos, se equivocan xD
      Me alegro de que te gustara el capítulo :3
      ¡Muchas gracias por comentar y leer! :D

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Holaaa!!Hoy porfin me he atrevido a comentar aunque podria haberlo hecho antes pero bueno....que sepas que me encanta esta novela,y que admiro a la gente como tu que tiene tanta imaginacion!!no puedo esperar hasta el proximo miercoles!!si es que este capitulo es tan perfecto como todos los demas!!:D
    PD:¿¿has hecho el dibujo en la agenda??xD:))

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    1. Muhé, no importa antes o después, lo importante es el hecho de que has comentado y eso me hace muy feliz :D Además me entero de que me llevas leyendo desde hace tiempo, lo cual es fantástico *O*
      Me alegro de que te guste Sangre sobre el Pan ^^ Y bueno, lo de la imaginación me viene de fábrica xD
      Y perfecto, dice la tía. Caray, me vas a subir los colores :3 Tampoco creo que sea para tanto :P
      ¡Muchas gracias por leer y comentar! ^^

      PD: Sí, en una agenda de hace un año o dos que tengo en blanco de no ser por los dibujos xD Está toda la agenda llena de dibujos xD

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  4. Al final te conseguí hacer un hueco. Está genial el capítulo, pero no entiendo muy bien por qué Hell les tiene que desbloquear la misión. Por el resto me ha encantado.

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    1. Gracias por conseguir un hueco para leer el capítulo y dejarme un comentario, de verdad. Aprecio mucho esos detalles :)
      Te explico lo de Hell: normalmente en este tipo de juegos para desbloquear una misión se ha de hablar con un PNJ (Personaje No Jugador, está explicado debajo de la foto por si no lo has leído). Si no, no se desbloquea. Es decir, tu no te pones a buscar a alguien si nadie te lo pide. Digamos que el grupo de Blasphemy, a pesar de que saben que tienen que encontrar a Gabriel, no han desbloqueado la misión como grupo. Es como si sus personajes no supieran que tienen que buscar a Gabriel, y como la que lo sabía inicialmente es Hell, tienen que hablar con ella. Espero explicarme bien xD
      Eeen fin, me alegro de que te haya encantado y tal ^^
      Muchísimas gracias, de verdad, por haberte esforzado en encontrar tiempo para leer y comentar ^^ ¡Y espero haberte resuelto la duda!

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    2. Si, ya me quedó claro, gracias! :)

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  5. Pero cuantos años lleva la historia de gabriel jder? XD

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  6. Afú... De este capítulo saco doooos conclusiones interesantes. Bueno, tres xD:
    1. Que yo, siendo tan vaga, habría mandado la búsqueda de Gabriel a la mierda solo por no volver atrás, xDDDDD
    2. Que cabe la posibilidad de que los PNJ sean humanos, los humanos que aparecen en el prólogo. Y eso me da MUY MAL ROLLO.
    3. Que cuanto más leo, más me encanta. Es increíble cómo se fusionan ambos mundos hasta el punto de parecerme que es más real El Juego que la realidad. Supongo que es así cómo se sienten ellos. Es una sensación... extraña.
    Y bueno, nada más. ¡A seguir leyendo!
    Garonne

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  7. ¿He dicho ya que lo que más me gusta de esta historia es la conexión que hay entre El juego y la realidad?
    Jo.
    No dejes de escribir nunca, en serio.

    ¡ADORO ESTA HISTORIA!

    Un beso,
    Ara.

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